Este fin de semana, se clamaba desde ciertas portadas por las terapias de choque para la economía (que también lo serían para la gente, a la que suelen olvidar los partidarios de los grandes remedios rápidos).
El Mundo era el más estentóreo: “Clamor contra Rajoy por subir impuestos sin reducir el Estado”. ¿Dónde estaba el clamor? Cinco o seis o doce expertos a los que se entrevista, dicho sea con el debido respeto por ellos, no son un clamor.
Lo interesante del caso es que el titular, y el editorial acompañante, obviaban un dato que acababa de arrojar la Encuesta de Población Activa, precisamente en relación con el “tamaño” del Estado y, en concreto, con el número de sus empleados.
El dato es que el empleo público se vuelve a reducir de forma significativa. La caída del empleo público es, de nuevo, superior a la que registra el empleo en el sector privado. Las comunidades autónomas disponen ahora de un 10 por ciento de empleados menos que hace un año.
¿No es esto una “reducción” del Estado? Insuficiente, suficiente, eso se puede discutir. Ahora bien, hacer como que no existe es hacer trampas. Y El Mundo hacía una trampa aún más hiriente para la inteligencia de una persona informada. En su editorial clamoroso introducía un dato de la EPA, el único que le venía bien a su argumento: que las empresas públicas disponen ahora de 11.600 empleados más que en 2012. Cierto. Pero el periódico ocultaba que el empleo público, en total, ha disminuido. Bochornoso.
Así comenzaba la presentación del dato en El País:
En el sector público no hay ningún atisbo de mejora en el empleo. Ni el Gobierno, que facilitó en la reforma laboral los expedientes de regulación de empleo para despedir al personal laboral de las Administraciones, lo pretende. El análisis del Ejecutivo partía de la premisa de que las deterioradas cuentas públicas no podían sostener a 3,2 millones de empleados públicos y se aplicó a la tarea de facilitar el recorte de plantillas. Los datos del primer trimestre de 2013 certifican que el ajuste continúa a un ritmo intenso: el sector público perdió 71.400 puestos de trabajo, y emplea ahora a menos de 2,85 millones de personas. Es la plantilla más corta desde principios de 2005.
Así en Libre Mercado:
La Encuesta de Población Activa (EPA) confirma la tendencia observada en el último año y medio. Así, si a cierre de 2012 el volumen de empleados públicos ya había retrocedido a niveles de 2007, cuando estalló la crisis financiera internacional, dicho descenso ha continuado en el primer trimestre de este año.
En concreto, España contaba con un total de 2.845.800 ocupados en la Administración Pública a finales del pasado marzo, 71.400 menos que en el trimestre precedente y casi 375.000 menos que en el tercer trimestre de 2011, cuando se alcanzó la cifra récord de 3,22 millones. De este modo, el empleo público retrocede a niveles de mediados de 2005, cuando se situó en 2,84 millones.