Última: que encabeza la plataforma “Stop Ley Wert”, pues cree intolerable que se imponga la “segregación escolar” y la religión sea una asignatura, y “conste que soy creyente”; y porque debemos dejar de preocuparnos de que los niños no sepan inglés o matemáticas, y de los informes Pisa, que son informes de una institución económica y no tienen nada que ver con la pedagogía.
Penúltima: que grabó una alocución para llamar a manifestarse en favor de los presos de ETA, porque no merecen estar tan lejos de casa ni tampoco en la cárcel, si vamos al fondo de la cuestión que plantea el que fuera nuestro hombre en la Unesco.
Antecedentes: que fue elegido rector de la Universidad de Granada (bajo la dictadura) tras denunciar a sus rivales por comunistas. Este perfil del sujeto escribía el sábado en ABC, Ramón Pérez Maura:
“Un catedrático que funge como consejero -del máximo peso- en el grupo editorial desde el que Mayor pontifica habitualmente, cuenta cómo el ministro Villar Palasí quiso hacer un gesto aperturista permitiendo al claustro de Granada votar su rector y comprometiéndose a designar al más votado. Mayor quedó el tercero. Pero acompañado por su padre -Federico Mayor Domingo, titular de una concesión de Franco para fabricar antibióticos- vino a Madrid a ver al ministro y denunciar a los dos primeros por comunistas. Fue designado él y posteriormente fue nombrado procurador en las cortes franquistas. Llevado por su entusiasmo falangista, Cruz Martínez Esteruelas lo designó subsecretario de Educación. Desde ese cargo Mayor cerró durante un año -curso 1974-75- la Universidad de Valladolid en la que el rector había sido alcanzado por el huevo arrojado por un manifestante. Era tan exaltado su falangismo que cuando el 12 de diciembre de 1975 fue nombrado ministro de Educación y Ciencia Carlos Robles Piquer, estimó oportuno relevar a Mayor Zaragoza para probar la voluntad de democratizar la Administración.”
(Las cursivas son mías)

