La caridad bien entendida

Amancio Ortega, el propietario de Inditex, ha donado 20 millones de euros a Cáritas. ¡Bien hecho!, exclamará gente del común como yo misma. Pues no. Un empresario,  un empresario multimillonario, no puede ser bueno, generoso, humanitario ni ná. Gente sagaz, enterada y al cabo de la calle en asuntos económicos -y fiscales-  ha desmontado en un pispás la operación de blanqueo de la imagen de Zara que se ha querido hacer Ortega con su ful donativo.  Así, nos han revelado que el del empresario no es un gesto aultrista, sino egoísta:  un vulgar modo de desgravar en Hacienda.  

Eso, naturalmente, nadie lo sabe salvo el propio Ortega, pero acepto, en principio, que es una posibilidad.  ¿Y? Aunque lo hiciera para desgravar,  ¿qué? El donativo está ahí. Eso es lo que importa. ¿O solo importa  el sentimiento con el que se hace? Hay gente que  posee en tan alto grado los sentimientos apropiados respecto de las miserias del mundo, que no necesita hacer nada y mucho menos donar nada a una organización de caridad. ¡La caridad! La caridad es profundamente reaccionaria.

296 comentarios

Resultados de Bildu: Datos vs. impresiones

Bildu, pero menos

Florencio Domínguez (La Vanguardia, 24 de octubre 2012)

La noche electoral no pocos medios de comunicación resaltaban con sorpresa e inquietud los resultados obtenidos por Bildu presentados como grandes triunfadores de la jornada. A las mismas horas, sin embargo, el acto de celebración organizado por la coalición en un pabellón de deportes de Bilbao se desarrollaba con más pena que gloria, sin apenas entusiasmo entre los asistentes. Dirigentes y simpatizantes de Bildu recibieron con decepción los resultados a pesar de que les situaban en una notable segunda posición con 21 escaños. No era lo que esperaban, ni mucho menos.

¿A qué se debe esa abismal diferencia entre la percepción de muchos medios y la que tienen los propios seguidores de Bildu? La visión de un Bildu triunfal se apoya en un error cometido al analizar sus resultados y compararlos sólo con los que había tenido la antigua Batasuna, lo que ha dado la imagen de crecimiento exponencial. Batasuna es el corazón de Bildu, pero la coalición tiene componentes, como Aralar y EA, que también se han presentado a las elecciones en el pasado. Una comparación homogénea exige que al mirar atrás se sumen también los resultados de esos partidos a los de Batasuna. Así, en 1998 la suma de Batasuna y EA, con muchos más votos que el domingo, daba 20 escaños, uno menos que ahora. En legislaturas anteriores la suma era superior todavía: 26 en la de 1986 y 22 en las de 1990 y 1994. La coalición, por tanto, ha sumado lo que tenían por separado, pero no lo ha multiplicado. Los votos y los escaños ya estaban ahí, aunque separados.

Leer más: http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20121024/54353398157/bildu-pero-menos-florencio-dominguez.html#ixzz2ADHQrvi5

245 comentarios

Sobre el expolio

¿Ha expoliado históricamente España a Cataluña? Quizás lo contrario

Juan José R. Calaza, economista y matemático

Con alguna notable excepción -entre otras la del grandísimo economista Ángel de la Fuente, residente en Barcelona- los agravios comparativos de carácter económico que los nacionalistas catalanes imputan al Estado español se asientan, en cierta medida, en el vacío investigador respecto a las balanzas fiscales que los estudiosos más objetivos y respetuosos de los hechos han dejado ocupar a los secesionistas. En esta línea argumentativa, circula por ahí un trabajo (“El mecanismo catalán de financiación”) que suministra abundante pólvora, si bien mojada, a las ínfulas de CiU y aliados.

El autor del trabajo presenta los resultados de una simulación de crecimiento de la economía catalana ateniéndose a tres escenarios de reducción del déficit fiscal -eventualmente reinvertido en infraestructuras- en el periodo 2002-2010. Se pretende en uno de los escenarios que si la reducción del déficit fiscal catalán hubiese sido el 5% anual del PIB, la economía catalana hubiera tenido a finales del 2010 un índice 135-150 del PIB per cápita (en paridad de poder adquisitivo) con relación a la media, 100, de la UE15, esto es, codeándose en la parte superior del intervalo con Utrecht, Estocolmo, Darmstadt, etc. Habida cuenta que el Gobierno central se niega a reducir el supuesto déficit fiscal catalán -calculado por el método del flujo de caja que es el que favorece la versión conspiratoria del expolio que se han inventado los secesionistas- los datos presentados en “El mecanismo catalán de financiación” dan a entender que los catalanes deben deslastrarse de España para poder crecer más y, por tanto, vivir mejor.

Suele ser habitual en estos casos, en ausencia de razonamiento económico de fuste el autor pretende amedrentar recurriendo a la violencia simbólica de las matemáticas (modelos VAR). Ahora bien, los modelos VAR no solo carecen de argumentación económica que los justifique (podrían aplicarse asimismo a la previsión meteorológica) sino que, peor aun, su capacidad predictiva falló penosamente frente a las turbulencias económicas de estos últimos años. Además, independientemente de la dificultad de efectuar previsiones y simulaciones en situación de inestabilidad económica -sobre todo con la serie que utiliza el autor del estudio- los modelos VAR sufren numerosas debilidades puestas de relieve en una abundante literatura económica (McNees 1986; Hamilton 1994; Hall 1995; Runkle 1996; Stock y Watson 1996, 2002, 2006, 2007; Barhoumi y otros 2009; Jobert y Timbeau 2011, etc.)

Seguir leyendo

145 comentarios

El Mcguffin

 

En “La trama estéril”, sostiene Félix Ovejero, una de las muy contadas mentes que aún conserva la lucidez en esta Cataluña ida, que el nacionalismo constituye el McGuffin de la izquierda. Sin embargo, yo creo que el genuino McGuffin de la progresía doméstica es esa matraca que no paran de repetir desde que Mas decidió lanzarse a la piscina de la autodeterminación. Me refiero a la cantinela del federalismo. Como es sabido, el vocablo McGuffin fue una aportación del maestro Alfred Hitchock al arte de la tontería argumental. Él mismo desvelaría su naturaleza última en conversación con François Truffaut tal que así: “Van dos hombres en un tren y uno de ellos le dice al otro ‘¿Qué es ese paquete que hay en el maletero que tiene sobre su cabeza?’”. Y el apelado contesta: “Ah, eso es un McGuffin”.  Entonces el primero inquiere: “¿Qué es un McGuffin?”. A lo que se le responde: “Un McGuffin es un aparato para cazar leones en Adirondacks”. “¡Pero si en Adirondacks no hay leones!”, salta raudo el interlocutor. “Entonces eso de ahí no es un McGuffin”, concluye su acompañante. Y es que todo McGuffin esconde un cuento chino que solo se mantiene en pie mientras no haya nadie que pregunte en voz alta por el contenido del paquete. En cuanto alguien trata de averiguarlo, la comedia se viene abajo. Aquí tenemos a la crema de la intelectualidad local firmando manifiestos federalistas; la tercera vía, predican. Sin embargo, no habría empresa más metafísicamente imposible en este mundo que la de pretender transformar a la actual España en un Estado federal. Y ello por la prosaica razón de que España ya es un Estado federal. Ojeen nuestros abajo firmantes cualquier manual contemporáneo de Ciencia Política y, al punto, saldrán de esa inopia federativa que les sorbe la sesera. A nosotros, “companys”, nos han dormido con todos los cuentos, y ya nos sabemos todos los cuentos. A otro perro, pues, con ese McGuffin.

267 comentarios

¿Cómo hacer federal lo que ya es federal?

Se ha puesto en circulación un manifiesto que intenta convencer a los catalanes de que la secesión no es la única salida y ni siquiera la más inteligente ahora mismo. A cambio,  ofrece como alternativa -a los unos y a los otros-  una España federal. En una Europa federal y socialmente justa, por supuesto. Se titula “Llamamiento a la Cataluña federalista y de izquierdas” y lo han firmado ciento y pico de intelectuales catalanes, entre los que la prensa destaca a la cineasta Isabel Coixet, la escritora Anna Maria Moix y el ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo.

Yo entiendo que en estos tiempos un intelectual no da abasto, con twitter y todo lo demás a lo que atender. Por eso les brindo aquí, por si no lo conocieran,  un resumen de lo que respecto de España escribe uno de los más conocidos estudiosos del federalismo contemporáneo, y especialista en federalismo comparado, Ronald L. Watts, en su libro “Sistemas federales comparados” (1999; edición española en 2006).

España también ha afrontado un proceso dual de federalización materializado en un proceso de devolución interna y de integración externa dentro de la Unión Europea. (…) Como parte de la democratización postfranquista y como mecanismo de equilibrio de los fuertes intereses regionales fomentados por los resurgidos nacionalismos vasco y catalán, España ha seguido un proceso de regionalización. Se han creado entidades llamadas Comunidades Autónomas en un total de 17 dentro de un país de unos cuarenta millones de habitantes.

(…) Aunque las diferentes regiones hayan accedido a la autonomía a diferentes velocidades, la intención es que a la larga la situación de las Comunidades autónomas sea menos asimétrica. Mientras la Constitución española no se define a sí misma como explícitamente federal, estructura un listado de competencias que son exclusivas, ya del gobierno central, ya de los regionales, mientras otorga el poder residual al gobierno central. Así, España es una federación en todo excepto en el nombre, con 17 Comunidades Autónomas ostentando una habilitación constitucional para desempeñar un notable grado de autogobierno. España es ahora uno de los países más descentralizados de Europa, pero cuya regionalización política ha derivado menos de un mandato constitucional y más de estrategias de partidos, de una competitividad y de la adopción de distintos acuerdos dentro de un marco constitucional abierto.   

***

Me barrunto la réplica, y lo siento, en pareado: ¡Nos da igual, nosotros queremos que se llame federal!

Yo creo, sin embargo, que quieren otra cosa. Quieren evitar que les llaman fachas por oponerse, aun en voz bajita,  a la secesión.  De ahí ese curioso empeño por hacer federal lo que ya es federal.

147 comentarios