Una retirada anunciada

La retirada de anunciantes del programa La Noria, de Telecinco,  no tiene, al parecer, precedentes en España.  Es decir,  no se había producido hasta ahora una retirada anunciada, valga la redundancia. Pues  los anunciantes se retiran constantemente, pero por la puerta trasera, sin hacer ruido; se van y punto. La entrevista a la madre de El Cuco -condenado por encubrir el asesinato de Marta del Castillo-  puso en marcha un tipo de campaña habitual en otros países: presión sobre las marcas que se publicitan en un programa o en un medio de comunicación a fin de que dejen de hacerlo. Lo extraño es  que esos boictos  aún no  hubieran tenido aquí proyección ni éxito.

En una tertulia en la radio, esta semana, alguien comentó  que estas cosas -se refería a la entrevista- sucedían por culpa de “la autorregulación”. Pero lo contrario significaría que algún tipo de organismo oficial u oficioso, tipo CAC,  regulara -censurara- los contenidos y aplicara sanciones y multas.  Yo creo, sin embargo,  que la autorregulación es perfecta. No porque piense que los medios van a portarse como buenas personas responsables, sino porque incluye la posibilidad que ahora se ha hecho realidad: la retirada anunciada de anunciantes.  Con el mercado hemos topado, Jordi.

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Mis dos esquelas en la prensa de hoy

 

Despediday cierre

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¡Cuerpo a tierra que llegan los nuestros!

Me acaban de comunicar oficialmente mi despido como columnista de la edición catalana del diario ABC, periódico en el que venía  escribiendo todos los domingos con algún éxito de público, según me dicen. Al respecto, me consta que los responsables de la redacción de Barcelona nada tienen que ver  con mi defenestración fulminante, purga que les ha sido ordenada por los nuevos directivos “liberales” que acaban de aterrizar en Vocento. Pues eso.

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Monetizando que es gerundio

  1. lolo dijo:

    ¿Alguien sería tan amable de explicar qué significa exáctamente “monetizar” deuda? Gracias.

  2. José García Domínguez dijo:

    Bueno, significa ir a una imprenta y fabricar unos cuantos euros con los que pagar los bonos del Tesoro. Es lo que hacen a diario Inglaterra, Estados Unidos y Japón, entre otros. Y no les va nada mal. El tipo de interés es el que fija el Gobierno. Y punto. No hay, pues, ni prima de riesgo, ni exigencias de los mercados, ni presión de los especuladores, ni niño muerto.

  3. José García Domínguez dijo:

    Y cuando le digan que eso provocaría una terrible inflación en Europa, usted pregunte a su informante cuál a sido la terrible inflación que ha causado la expansión monetaria de Bernanke en Estados Unidos. Ya verá como el otro cambia de conversación en el acto.

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Era la hora de la política

No hay más que leer hoy las portadas,  colonizadas por las secciones de Economía de los periódicos. Una decisión política -la de Papandreu- y nos asomamos al abismo. ¿Cómo era  aquello de que la política debía de tomar las riendas frente a los mercados? “Es la hora de la política…”, decían ampulosamente  quienes, sospecho,  no tenían nada que decir.  Yo  no comparto la ilusión de que el mercado es infalible, nunca se equivoca y todo lo resuelve,  pero aquello de confiar en  la política con la fe del carbonero, aparte de no significar nada -la cuestión será, en todo caso,  ¿qué política? -,  era igualmente absurdo. 

Una gran idea: Blog en directo  en el Financial Times

La señora Austeridad

 

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