EL PAJARICIDIO

 

No sin alguna perplejidad, acuso recibo de que el president Mas ha firmado un decreto-ley urgente instando al exterminio planificado de cuantas aves fringílidas sean localizadas en estado silvestre dentro de las lindes administrativas de Cataluña. Muy inminente progromo que, a decir de instancias gubernamentales, habrá de concluir en un genuino pajaricidio antes de fin de año. Al punto de que la Generalidad prevé haber ejecutado a más de sesenta mil pajaritos autóctonos en vísperas de la misa del Gallo. Todo un “holocausto pajaril”, en palabras del tribuno Jordi Cañas, de Ciudadanos, que viene a ratificar la extraña pulsión zoofóbica que anima al Ejecutivo de Mas. Recuérdese al respecto el abortado plan de abatir por procedimientos neardentales, esto es mediante el uso de arcos y flechas, a los pacíficos jabalíes barceloneses que, completamente integrados en la cultura local, viven de la sopa boba en la sierra de Collserola. Un asunto, el de la inopinada fijación aviar del catalanismo político, que, por lo demás, alcanza una dimensión digamos transversal. Hágase memoria, si no, de aquellos onerosos informes del Tripartito a cuenta de la siempre improbable hibridación entre la perdiz japonesa y la común del país. ¡Qué pájaros! Al respecto, y sobre todo en el caso de los convergentes, las evocaciones maoístas de esa patología suya saltan a la vista. Nada extraño en el fondo. A fin de cuentas, si algo caracteriza al irredentismo pairal de CiU es el permanente asedio de las ciudades por el campo, la que fuera estrategia canónica del Gran Timonel. Así, cuando el Gran Salto Adelante, el Partido ordenó eliminar a la población toda de gorriones, pequeños agentes contrarrevolucionarios empecinados en sabotear las cosechas de las comunas por la vía de zamparse el grano, según sentencia del Comité Central. Hasta que, en 1960, Mao paró la matanza. Parece que algunos científicos lograron hacerle entender  que los pájaros destruyen muchos más insectos nocivos para la agricultura que grano. ¿Será factible obrar idéntico milagro con el Amado Líder Artur?

(José García Domínguez, ABC-Cataluña)

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Cambiar el mundo

¡Oh, sí, vamos allá!

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Juan Luis Cebrián, Manuel Fraga, Jesús de Polanco y José Ortega Spottorno observan la maquinaria de El País.

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Hemeroteca

Haro Tecglen, Eduardo: “Dies Irae”, publicado en Informaciones, Madrid, 20 de noviembre de 1944.

La voz de bronce de las campanas de San Lorenzo, el laurel de fama de la corona fúnebre, la piedra gris del Monasterio, los crespones de luto en todos los balcones del Escorial, los dos mil cirios ardiendo en el túmulo gigantesco coronado por el águila de Imperio que se eleva en la Basílica, lloran en esta mañana, con esa tremenda expresión que a veces tienen las cosas sin ánimo, la muerte del Capitán de España.

Hasta el sol y el paisaje han cubierto su inmutable indiferencia con el velo gris de la lluvia y la niebla, y cae sobre la ciudad -lacrima coeli – una llovizna fina y gris.

El instituto, el subconsciente, nos ha repetido sus frases, sus profecías, sus oraciones; y no ha sido voz de ultratumba la suya; ha sido voz palpitante de vida, de la vida y el afán de todos estos magníficos camaradas de la Vieja Guardia, del Frente de Juventudes, de la Sección Femenina… La doctrina del Fundador vive en ellos como en aquellos tiempos, y si el cuerpo de José Antonio está muerto bajo la lápida, su espíritu tiene calor de vida en la de todos los camaradas de la Falange.

Se nos murió un Capitán, pero el Dios Misericordioso nos dejó otro. Y hoy, ante la tumba de José Antonio, hemos visto la figura egregia del Caudillo Franco. El mensaje recto de destino y enderezador de historia que José Antonio traía es fecundo y genial en el cerebro y en la mano del Generalísimo.

Y así, en este día de dolor -Dies Irae- a las once -once campanadas densas de todos los relojes han sido heraldos de vuelo de su presencia-, la corona del laurel portada por manos heroicas de viejos camaradas ha llegado a la Basílica, y, entre la doble fila de seminaristas -cirios encendidos en sus manos- ha pasado al Patio de los Reyes y ha entrado en el crucero. Ha sido depositada sobre la lápida de mármol donde grabado está el nombre de José Antonio y la palma de honor y martirio. Había dolor en todos los semblantes. Mientras el coro entonaba el Christus Vinci y los registros del órgano cantaban la elegía del héroe muerto, a nosotros nos parecía oír la clara palabra de José Antonio elevarse de allí donde el mármol vela su cuerpo.

Una alegría tenemos; la de ver que a José Antonio sucede un hombre tan firme y sereno como el que lleva a España por los senderos que él marcó.

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Los españoles y los impuestos

Interesante la encuesta del CIS “Opinión pública y política fiscal”. Ya he dicho alguna vez, y empleando adjetivos de otro,  que la opinión pública es difusa, vacilante, informe e impredecible. (Aunque también, y tomo prestado de nuevo de Barzun,   la opinión pública es una muchedumbre de opiniones en pugna que se convierte en una sola bajo el impacto de acontecimientos claros).  

En asunto de impuestos, la pugna entre las opiniones de los españoles se resuelve por empate, es decir, no se resuelve. Se nos pregunta lo siguiente:  ”Algunas personas piensan que deberían mejorarse los servicios públicos y las prestaciones sociales, aunque haya que pagar más impuestos, (en una escala de 0 a 10 se situarían en el punto 0). Otraspiensan que es más importante pagar menos impuestos, aunque eso signifique reducir los serviciospúblicos y prestaciones sociales, (se situarían en el punto 10 de la escala). Y hay otras que se sitúan en posiciones intermedias. ¿En qué lugar se situaría Ud.?”

Por supuesto, en el medio: ni sí ni no. Un 33.6 por ciento, el sector mayoritario en este caso, opta por ese punto intermedio en el que no están ni por subir ni por bajar los impuestos. Es un resignado “que se queden como están”.  La formulación de la pregunta, todo sea dicho, me parece que no incita a la claridad. Pero a qué viene esa falta de decisión cuando inmediatamente después, la mayoría (un 54,5%) clama que lo que pagamos en impuestos es mucho. Pues no, ni subo ni bajo. Para que luego hablen de los gallegos.

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Cómo salir de la crisis sin salir del euro: con la europeseta electrónica, Juan José R. Calaza:

“Puestas así las cosas, sin renunciar al euro, propongo en este artículo la introducción de una moneda paralela cerrada, esto es, utilizable solo dentro del territorio español, que carecerá por tanto de convertibilidad tanto interior como exterior. Esta moneda simultaneada con el euro, llamémosle de momento europeseta, será además de curso legal y forzoso asignando a 1 europeseta el contravalor de 1 euro. ”

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La igualdad no es lo que era …ni siquiera lo que era en la izquierda.

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