No sin alguna perplejidad, acuso recibo de que el president Mas ha firmado un decreto-ley urgente instando al exterminio planificado de cuantas aves fringílidas sean localizadas en estado silvestre dentro de las lindes administrativas de Cataluña. Muy inminente progromo que, a decir de instancias gubernamentales, habrá de concluir en un genuino pajaricidio antes de fin de año. Al punto de que la Generalidad prevé haber ejecutado a más de sesenta mil pajaritos autóctonos en vísperas de la misa del Gallo. Todo un “holocausto pajaril”, en palabras del tribuno Jordi Cañas, de Ciudadanos, que viene a ratificar la extraña pulsión zoofóbica que anima al Ejecutivo de Mas. Recuérdese al respecto el abortado plan de abatir por procedimientos neardentales, esto es mediante el uso de arcos y flechas, a los pacíficos jabalíes barceloneses que, completamente integrados en la cultura local, viven de la sopa boba en la sierra de Collserola. Un asunto, el de la inopinada fijación aviar del catalanismo político, que, por lo demás, alcanza una dimensión digamos transversal. Hágase memoria, si no, de aquellos onerosos informes del Tripartito a cuenta de la siempre improbable hibridación entre la perdiz japonesa y la común del país. ¡Qué pájaros! Al respecto, y sobre todo en el caso de los convergentes, las evocaciones maoístas de esa patología suya saltan a la vista. Nada extraño en el fondo. A fin de cuentas, si algo caracteriza al irredentismo pairal de CiU es el permanente asedio de las ciudades por el campo, la que fuera estrategia canónica del Gran Timonel. Así, cuando el Gran Salto Adelante, el Partido ordenó eliminar a la población toda de gorriones, pequeños agentes contrarrevolucionarios empecinados en sabotear las cosechas de las comunas por la vía de zamparse el grano, según sentencia del Comité Central. Hasta que, en 1960, Mao paró la matanza. Parece que algunos científicos lograron hacerle entender que los pájaros destruyen muchos más insectos nocivos para la agricultura que grano. ¿Será factible obrar idéntico milagro con el Amado Líder Artur?
(José García Domínguez, ABC-Cataluña)


