A propósito de la Transición: Todos los Mandelas que hubo en España

Publiqué este artículo sobre la Transición española a raíz de la muerte de Nelson Mandela, en diciembre de 2013. Me ha parecido apropiado rescatarlo hoy (no está ya disponible en internet) cuando el previsible fallecimiento de Adolfo Suárez nos impulsa a echar una nueva mirada a su principal obra política. Una obra que no es tanto, pienso, una obra personal, ni de los políticos de aquel entonces, como de la sociedad española de aquel momento. Es en realidad la obra de una generación: la misma generación a la que pertenece Suárez.    

***

Todos los Mandelas que hubo en España

 

Es muy posible que Nelson Mandela les parezca a muchos españoles una venerable figura perteneciente a un mundo muy distinto del nuestro. Sin embargo, su gran logro, aquél por el que se le admira y respeta en todo el mundo,  es una transición a la democracia cuyo espíritu fue el mismo que guió nuestra Transición. Esa idea  inspiradora se expresó en España, como años después en Sudáfrica,  en una palabra: Reconciliación.

 

Poca duda me cabe de que el alborotado patio español no está para mentar  la reconciliación en tono apreciativo. Para muchos, el ánimo moderado que presidió la Transición no es solamente agua pasada; también lo tienen por  agua podrida. En la izquierda, se ha extendido la voz de que entonces se le hicieron demasiadas concesiones a la derecha. Simétricamente, en la derecha no son pocos los indignados por las excesivas concesiones que se hicieron a la izquierda y a los nacionalistas. En ambos campos atribuyen nuestros males de ahora a aquellos “pecados originales”.

 

De ahí que la Constitución, que es la obra fundamental del compromiso que trajo la democracia,  haya pasado de ser sagrada e indiscutible a convertirse en blanco de ataques y objeto de desdén. Han aflorado dos corrientes contrapuestas en sus deseos, pero similares en su afán de arrojar por la borda el principal legado de la Transición. Simplificando, unos quieren “reformar” la Carta magna de 1978 para avanzar en la descentralización hasta el extremo de convertirnos en un Estado confederal.  Y otros quieren “reformarla” justo para lo contrario: suprimir las comunidades autónomas.

 

Esas corrientes presentan también  matices menos extremos y hay, desde luego, más deseos en ambas listas; ¡será por pedir! Pero conviene poner lo sustancial en sus variantes más puras a fin de percibir la dificultad de conciliar a esos dos bandos que se baten en la política, la prensa y la opinión pública. Tales disparidades  no son nuevas y existieron en los años de la Transición, pero la diferencia es que ahora no hay un objetivo que unifique a la mayoría de la sociedad. Entonces el objetivo común era construir una democracia. Hoy,  ¿cuál es? No parece que haya ningún bien mayor que esté por encima de los propósitos discordantes.  

 

El espíritu de una época no tiene por qué transferirse a la siguiente y la profunda crisis económica ha abierto entre nosotros fisuras que han agrandado la distancia. Los que ahora están en la juventud y la primera madurez han vivido experiencias muy distintas a las de la generación que sirvió de base social al tránsito a la democracia. Muchos de los que nacieron durante la guerra civil y en la posguerra, que experimentaron la penuria y luego los albores de la prosperidad, tenían buenos motivos para ser moderados y apoyar la reconciliación.

 

Por eso digo que en la España de la Transición, a falta de uno,  hubo muchos Mandelas. Del líder sudafricano escribía Bill Keller, en su obituario en el New York Times, que fue una rara avis entre los revolucionarios y disidentes morales por haber sido  “un estadista capaz, cómodo con el compromiso e impaciente con los doctrinarios.” Mutatis mutandis, en la España de finales de los setenta, la capacidad para aceptar compromisos y el rechazo a los extremistas, que los había, fue rasgo central y mayoritario. Es más,  hubo consenso político porque había un mandato de consenso de la sociedad.

 

La gente entonces tuvo la intuición de que la convivencia política sólo puede asentarse en renuncias. Se renuncia para lograr un terreno común. Por eso las Constituciones, si no quieren ser de facción o de partido y por lo tanto efímeras, presentan ambigüedades, lagunas y defectos.  A veces, hoy en día, se tiene la impresión de que aquella sabia intuición de nuestros padres (o abuelos) se ha perdido. Hay un ambiente trufado de rabia, en el que ser moderado es de  “nenazas” y el compromiso equivale a traición. Esperemos que este calentón no nos lleve de regreso al “trágala”.

(Publicado en VLCNews, el 9 de diciembre de 2013)  

 

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35 respuestas a A propósito de la Transición: Todos los Mandelas que hubo en España

  1. Sintxapela dijo:

    “SUÁREZ, EN TRANSICIÓN”, titula hoy la cosa esa dizque periódico que dirige o así Paquito Marhuenda.

    Además de en lameculismo e imbecilidad, el.gicho.se supera en mal gusto. 

  2. Tom Murton dijo:

    ‘Una obra que no es tanto, pienso, una obra personal, ni de los políticos de aquel entonces, como de la sociedad española de aquel momento’.

    Completamente de acuerdo si la obra meritoria que se aplaude fue el pasito natural a la democracia sin melodramas. Y digo pasito porque tampoco hay que flipar con la primicia o el arrojo del país…no sufríamos convulsiones mundiales especialmente graves ni estábamos en 1787 abanderando el nuevo amanecer para la civilización occidental de los derechos civiles y el constitucionalismo. En todo caso el germen del putiferio actual tuvo responsables muy concretos. Esa parte de la obra tiene firma.  Y no es una firma colectiva.

    Es más, Suárez fue en mi opinión la primera evidencia de que el pueblo/país/peña era bastante más maduro y sereno –sin exagerar- que una élite –sic- que de nuevo iba a dedicarse a improvisar y teniéndolo relativamente fácil, precisamente por esa madurez y/o en parte atonía de la población, terminó sembrando una cosecha de futuras calamidades que ahora nos rentan tan amargas.  

    Dice FJL en su vídeoBlog que posiblemente ‘lo más importante de Suárez sea cómo le echaron’ por ser el régimen de la corrupción-perfecta que se asienta tras el 23F la médula del estado comatoso actual. También completamente de acuerdo. El golpe contra Suárez fue el alumbramiento del verdadero régimen fáctico post franquista. O sea, esto. 

    ¿qué Transición hubiese sido otra capitaneada por tipos más sólidos, vgr Fernández Miranda y otros? cualquiera sabe…pero no está de más recordar que ya entonces algunos prohombres de la época se echaron las manos a la cabeza anticipando sin demasiados problemas lo que nos íbamos a encontrar en pocos años por la frivolidad del tándem Suárez/Rey.  Tan poco era tan difícil preverlo. En cualquier caso, de haber optado por otros líderes con otros programas menos temerarios o innovadores-sic- el pueblo hubiese seguido tan sereno, despistado o pacífico como estuvo entonces.

    Tal vez lo mejor que se pueda apuntar de la época Suárez era ajeno a él, y sea evocar aquella  sociedad que durante un breve instante tras la dictadura pareció que realmente no estaba bajo tutela del feo grumo que después se ha adueñado de todo. 

    En fin, como le gusta decir a QP, que la tierra le sea propicia. 

  3. Pedro dijo:

    El “sabio” pueblo español despidió al Generalísimo con lágrimas de un día; al siguiente pedía libertad, amnistía y estatutos de autonomía. “El sabio y nada variable” pueblo español se acogió a la democracia que ofrecía Suárez y su centro como vehículo para un camino por el que transitaba muerto de miedo para poco después despedirle sin miramientos y abrazar a los socialistas en riadas humanas; observándolo entonces, pareciera que aquel sabio pueblo español hubiera vivido el franquismo no en paz y prosperidad sino anhelando a Felipe González y Alfonso Guerra. El “sabio pueblo” español logró no sé sabe qué triunfos; pero si no es por el rumbo marcado por Suárez hubiera seguido el indicado por la pasionaria. Así de firme era su conocimiento y convicciones. Aquel y este “sabio pueblo” español nunca ha sido ni más veleta ni menos reflexivo.

    Si el miedo es un mérito, entonces sí tuvo gran mérito el “sabio” pueblo español.

  4. Traveller dijo:

    El pueblo es una entelequia. No existe como tal. ¿qué coño es el pueblo?

    Lo de sabio. Acepto el entrecomillado.

    Y lo de español, se nos está yendo de las manos.

    Resumiendo: No existe el pueblo y como consecuencia ni es sabio ni es español.

    Hubo una vez, in illo tempore, que todo eso existió. Hoy, bull shit.

     

  5. Mercedes dijo:

    LOS ZAPATOS DE SUÁREZ
    ‘ABC (Madrid)’ – 2014-03-23
    EL ROM­PEO­LAS. ES­PA­ÑA VIS­TA DES­DE CA­TA­LU­ÑA POR JUAN CAR­LOS GI­RAU­TA
    Cons­ti­tu­ción le­gí­ti­ma «Es una in­fa­mia, o un re­buzno, afir­mar que la Tran­si­ción no pa­rió una Cons­ti­tu­ción le­gí­ti­ma»
    Los cuatro años y siete meses de Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno están apuntados en la historia de España como un tiempo único. No hay otro período cuyo resultado haya traído la mayor cota de libertad, bienestar y prosperidad. Las decisiones de entonces empezando por la ley de Reforma Política, siguiendo con los pactos de La Moncloa y terminando por la Constitución de 1978 llevaron a España de la dictadura franquista a una democracia ya consolidada e integrado en el mundo que le corresponde. Dentro de un año se cumplirán «cuarenta años de los cuarenta años». La transición y la democracia están a punto de cumplir cuatro décadas. Son unas cuantas generaciones de españoles que gracias a la determinación y el coraje de personas como el Presidente Suárez sólo han conocido el sistema de las libertades individuales y el Estado de Derecho. Adolfo Suárez es el artífice de todo aquello y su gran obra está a la vista. Por supuesto que no es perfecta pero dada las circunstancias y las dificultades de entonces su solución fue la mejor de las posibles. El legado perpetuo de Suárez incluye que en estas horas de homenaje se vuelva a poner en valor el llamado «espíritu de la transición». Aquella situación fue tan insólita como el aguante de quien se puso al frente del proceso impulsado por el Rey Don Juan Carlos. Aquel poder absoluto recibido de una sola mano fue devuelto a su legítimo propietario, es decir, al pueblo. Y entre el pueblo el Rey escogió al mejor. Cada uno tiene sus recuerdos pero el sentimiento generalizado de cariño y respeto hacia la familia de Adolfo Suárez demuestran que cada español guarda en su memoria algo de aquel tiempo. Suárez fue decisivo en la construcción de una España capaz de hacer un gran pacto nacional del recuerdo. Su obra es contribuir con el Rey a la reconciliación. Como para no echarle de menos todos los días.
    La Constitución del 78 fue aprobada con un 88,54% de voto afirmativo en el conjunto de España, obteniendo en Cataluña un resultado superior a la media: 90,46% de sufragios favorables frente a 4,61% de sufragios adversos. Los especialistas oponen críticas de carácter técnico al texto, y algunos tienen razón. Pero lo mismo cabe decir de todas las constituciones del mundo. Me ciño a las que son dignas de tal nombre: las que coronan el ordenamiento jurídico de un Estado de Derecho, lo que comporta el reconocimiento de una serie de derechos y libertades ciudadanas, la previsión de mecanismos capaces de garantizar aquellos que resultan exigibles ante el Estado, el imperio de la Ley, la división de poderes, un consenso sustancial entre las distintas fuerzas políticas durante el proceso constituyente, la previa legalización de dichas fuerzas políticas, con la única exclusión de las que quedarían descartadas en cualquier otro estado de Derecho del mundo. Que al año de morir Franco alcanzara ya la presidencia del gobierno Adolfo Suárez, y que llegara ahí por voluntad del nuevo jefe del Estado, que ambos se comprometieran con la pronta materialización de las condiciones que iban a hacer posible la Constitución, que todo eso se canalizara «de la ley a la ley», sin procesos revolucionarios, y pasando por la auto disolución del Régimen por las propias Cortes franquistas es un caso admirable, raro, providencial.
    Se necesitó la disposición realista al diálogo y al acuerdo de sectores que parecían irreconciliables. Solo la reciente labor destructiva de la etapa Zapatero, Adán y Narciso en uno, empeñado en reabrir heridas y despertar rencores largamente dormidos (con la consiguiente reacción de «los otros» y de los que no son de nadie pero no admiten el uso bastardo de la historia) ha despistado a los menos atentos, engañado a los más jóvenes o provisto de seudoideas a una izquierda que se había quedado sin ellas.
    Es una infamia, o un rebuzno, afirmar que la Transición no parió una Constitución legítima (ergo tampoco un auténtico Estado de Derecho). En ese lugar obsceno se ha instalado una parte no desdeñable de la izquierda española. También el nacionalismo periférico. Entre los mensajes intelectualmente contaminantes que recibe el catalán medio está ese. «Yo no voté la Constitución» hacen decir partidos bastante curtiditos a sus jóvenes. Se suman al coro los mayores: Cataluña tiene derecho a declararse independiente (eso es el «derecho a decidir») diga lo que diga la Constitución. Y como no parece demasiado aseado ir por el mundo usando la norma Suprema de una democracia perfectamente homologable como papel higiénico, la solución del separatista solo puede ser esta: en realidad España no es una democracia. Andan ahora mismo difundiendo una campañita tal por las redes sociales. España no sería una democracia por una razón principal: la Carta Magna se elaboró con «ruido de sables».
    Nadie que sostenga esa teoría, o que la alimente (Artur Mas y su círculo) debería osar estos días el esbozo de hagiografías de Suárez. Callad al menos. Yo comprendo que se imaginen a sí mismos gobernando en un ambiente como el del 76, 77, 78… y que solo piensen en el ruido y hasta en el silencio de los sables. Se llama cobardía. Ellos aprovechan las garantías de un Estado democrático para romperlo. Ellos bravuconean porque se saben en un Estado libre. Si hubieran tenido que calzarse los zapatos de Adolfo Suárez, habrían huido, se habrían manchado, habrían seguido sin meterse en política, que es lo que hacía Artur Mas en dictadura. Hoy no habría democracia. Ay esos zapatos.

  6. Sintxapela dijo:

    Rediez con las sabanacas.

    ………..

    Finalmente ha muerto.Suárez a las 15.15 más o menos de la tarde. Y Mariano el Manso.ha sido.incapaz de decir unas palabras de condolencia sin leer de un papel. Todavía hay que agradecee que no haya dicho “fin de la cita”.

    Ha decretado tres días de luto nacional. Me pareve muy bien. Pero me gustaría verle pronunciar otros decretos, como.el de aplicación de la Constitución para hacer cumplir la ley donde no.se cumple y se conculca 

  7. Mercedes dijo:

    Hay algunas normas de protocolo que obligan, en comparecencias oficiales, a los Presidentes de Gobierno y al Rey a leer sus discursos.

    Famoso fue el acto del Rey inaugurando las Olimpiadas de Barcelona, leyendo: quedan inaugurados estos Juegos Olímpicos (si no fue la frase literal, fue muy parecida). Entonces no había Twitter pero ya muchos manifestaron su crítica sin conocer que el protocolo obligaba.

  8. Mercedes dijo:

    ¡Menudo robo! ¡Menudo atraco!

  9. Jose Luis dijo:

    Undiano, qué gran tipo.

    Atleeeti

  10. Jose Luis dijo:

    Adolfo Suárez tuvo la valentía de dirigir un País en un momento dificilísimo. Cualquiera de nuestros políticos actuales dudo que hubiera tenido agallas para enfrentarse a lo que se enfrentó Suárez.

    Lo hizo con espíritu abierto y responsabilidad. Ya quisiéramos seguir haciendo las cosas como se hicieron entonces.

  11. Sintxapela dijo:

    Pero si es que encima Mariano no sabe ni leer en público, por muy protocolario que pueda ser. Ha dicho.algo así como.que la muerte de Suárez le llena de menta.

  12. Sintxapela dijo:

    Y qué tendrán que ver los cojones para comer trigo, y el Twitter para comstatar lo.constatable. 

    Aznar, que ha visitado la clínica con su mujer, sí que ha sido.capaz de decir unas palabras de condolencia sim leerlas de ningún sitio.

  13. Jose Luis dijo:

    ¿Y qué tiene que ver una visita a un Hospital y hacer unas declaraciones a la prensa que la comparecencia oficial del Presidente del Gobierno?

     

  14. Jose Luis dijo:

    Con la comparecencia

  15. lolo dijo:

    Españoles, Suárez… ha muerto.

  16. lolo dijo:

    y me cago en Undiano Mallenco.
     

  17. lolo dijo:

    Madridistas, perded toda esperanza. Oponerse al villarato y al platininato conduce a la melancolía.

  18. Reinhard dijo:

    Como bien decía ayer Ignacio Ruiz Quintano, Undiano es el gato que acaricia Sánchez Arminio.

  19. Sintxapela dijo:

    PPlu, contestar a una pregunta con otra no lo.hacen ya ni los gallegos. Y te recuerdo que también Mariano.fue a la clínica. Claro que para él casi nunca es protocolario hablar con los medios de no mediar una pantalla de plasma.

  20. Sintxapela dijo:

    Pero hombre, don Reinhard…..es archisabido que Undiano Mallenco y Muňiz Fernández son los peores árbitros de la Liga con diferencia,.y a los que en ocasiones se une Teixeira Vitienes..Claro que al tito Floren ya le venía bien que estén ahí mientras perjudicasen a otros. Cuando le toca a uno… 

  21. Flames dijo:

    No sé si el cambio de color de la letra ha sido casual. Pero creo que está mejor así en negro.

  22. Jose Luis dijo:

    Sintxapela, deja de insultar a la inteligencia ajena.

  23. Sintxapela dijo:

    Aplícate tú el cuento antes de predicar, payaso.

  24. Sintxapela dijo:

    La relación está incompleta. La Ramona de Fernando Esteso fue número 1 en aquellos mismos aňos.

  25. Reinhard dijo:

    ¿Y Saca el güisqui, cheli?

  26. Sintxapela dijo:

    Un poco anterior, en dos aňos o así. El grupo que la.cantaba se llamaba Desmadre 75.

  27. Reinhard dijo:

    Sobre el estatismo:

    <blockquote class=”twitter-tweet” lang=”es”><p>Tenemos lo que nos merecemos: perroflautismo estatista el sábado, beatería estatista el lunes <a href=”http://t.co/dRFd6trNEH”>pic.twitter.com/dRFd6trNEH</a></p>&mdash; FDV (@diazvillanueva) <a href=”https://twitter.com/diazvillanueva/statuses/448131585825857536″>marzo 24, 2014</a></blockquote>
    <script async src=”//platform.twitter.com/widgets.js” charset=”utf-8″></script>

  28. Reinhard dijo:

    Así mejor:

    FDV ‏@diazvillanueva  6 min
    Tenemos lo que nos merecemos: perroflautismo estatista el sábado, beatería estatista el lunes pic.twitter.com/dRFd6trNEH
     

  29. Sintxapela dijo:

    Y han rebautizado el aeropuerto de Madrid-Barajas como Adolfo Suárez.

    Esperemos que en Barcelona, tan dados que son al.”culo.veo, culo quiero” no bauticen al del Prat como Jordi Pujol. 

  30. Pedro dijo:

    Pero que estatismo ni que pollo muerto. Lo que hay en España es mucha mitomanía. Alguno de esos que espera ante el Congreso hoy, estuvo en la Plaza de Oriente, ayer( en sentido figurado) y luego votaron al PSOE.

  31. Pedro dijo:

    Hasta Roca llama la atención al sinvergüenza de Mas.

    http://www.elmundo.es/espana/2014/03/24/53306cf4ca47410b348b4581.html

  32. Mercedes dijo:

     
    http://www.youtube.com/watch?v=No_f7Jp-XII
     
    Requiem de Gossec
     

  33. Cristina Losada dijo:

    Señoras, señores,

    Nuevo hilo.