Así, a primera vista, los periódicos  rebosan de artículos sobre política. ¡Y más ahora! Cosa distinta es que rebosen pensamiento político, que no es, aunque al cínico se lo parezca, un oxímoron. Una le ha venido dando algunas vueltas a esa escasez de pensamiento político en nuestros periódicos rebosantes de columnas sobre política. Mira por dónde, he encontrado la respuesta en una pieza de Umbral del año 1985. Lo ponía en un paréntesis:

(La manera barata de llenar un periódico vacío es meter mucha literatura, aunque sea ilegible: pasa todos los veranos; el verano siempre tiene algo hortera y en camiseta de verano de los 40).

Umbral trataba de explicar la florescencia del articulismo en aquellos periódicos (los de la posguerra) en su estilo (literario). Si usamos términos políticos, aquella florescencia  se explica porque en una dictadura no hay política: es decir, claro que la hay, que es la que hace la dictadura,  pero la dictadura proscribe la política de la que se puede escribir, que es la política con partidos y parlamentos. Eso es mucho más letal para el pensamiento político que la censura.

A lo que iba: tal vez aquel articulismo creó tradición y  escuela, y tal vez por eso en el periodismo español sigue floreciendo, como en ningún otro que conozca, el articulismo literario. Sólo que ahora toma como pretexto la política.

Aun entre los que juzgan inadmisible el acoso que practica la Plataforma de Ada Colau, se cuela el celo igualitarista a nuestra usanza. Entienden que es más inadmisible por su carácter selectivo: por afectar únicamente a un sector de diputados y políticos. 

Así, estas líneas en una nota editorial, hoy, en El Mundo:

“Pese a que este tipo de protesta trata de presentarse como una actuación espontánea y una forma de acercar a los políticos el sentir de la calle, asistimos en realidad a un linchamiento organizado y sectario. No es casual, por ejemplo, que todos los políticos coaccionados (nueve ya) sean del PP. ”

Como si  en el caso de que los escracheadores fueran a por los del PSOE, además de a por los del PP, se pudiera  mitigar un tanto la condena de estas acciones de intimidación y acoso. Un linchamiento no es menos malo porque sea espontáneo y “no sectario”.

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Estaba yo en Babia respecto del origen del término escrache. Pensaba en scratch, y no el lunfardo. La wikipedia me sacó de la ignorancia. Al respecto, es mucho mejor la aportación argentina a esa entrada que la que refiere la implementación en España de esa sucia táctica.

..en el que colaboraré. VLC News. La presentación en vivo y en directo será en Valencia.

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En esta hora de España, no perdamos la cabeza

Al ser éste mi primer artículo en VLC News, creo que conviene presentarse. No a través de datos biográficos, que configuran un pasado más o menos corriente o extravagante.  Lo que me propongo, y veremos si lo consigo, es presentarme a través de mi actitud ante una situación, que ya resulta trivial llamar crítica, como la que tenemos en España. Una actitud ante esta “hora de España”, por usar y abusar del título de Azorín, a quien no traigo aquí por mero afán de citar a un autor con raíces en estas tierras.

(Seguir leyendo aquí)

Para que luego digan: el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha imputado al número dos de Convergència, el diputado Oriol Pujol, como presunto autor de un delito de tráfico de influencias. El caso ITV. Parece mentira que hubiera una trama tan cutre como para luchar por las adjudicaciones de las estaciones técnicas de inspección de vehículos en Cataluña, y que enredara en el asunto el hijo de Jordi Pujol.  Pero así es.

En consecuencia, Oriol Pujol ha dimitido de sus cargos en el partido (CDC) y la coalición (CiU). No considera, sin embargo, que la imputación sea incompatible con su condición de diputado autonómico, por lo que seguirá en su escaño. Pujol junior está en la doctrina Blanco, que establece que hasta la apertura de juicio oral,  un imputado no debe privar a un parlamento de su grata compañía.  

Yo soy gran defensora de la presunción de inocencia, como creo que ahora es el citado Blanco,  pero es preciso tener en cuenta que un juez o unos jueces, como es el caso del que hablamos,  han visto indicios suficientes como para imputar un delito. A menos que se piense, como piensa o dice que piensa Oriol Pujol, que todos los jueces que han estudiado el caso le imputan sin motivo legal alguno,  sólo para embarrar el camino de Cataluña hacia su perfecta independencia.

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Un comentario de interés a Un partido por la eternidad en el estadio de San Pedro:

Javier Magar Garca · Zaragoza

Pese al temor del Papa Francisco ante la posibilidad  de que la Iglesia acabe convirtiéndose en una ONG, lo cierto es que ha ocurrido justo lo contrario, esto es, que las ONG han devenido nuevas iglesias.  A fin de cuentas, los mandamientos del humanitarismo progresista que tan bien encarnan esas fraternidades no dejan de constituir más que un pobre sucedáneo de lo sagrado, tosca réplica del cristianismo desprovista de cualquier misterio trascendente. Entre todas las fantasías que dan forma a la visión contemporánea del mundo, acaso la más falsa sea esa que postula que vivimos en una era secular y secularizada. Y es que nada más lejos de la verdad. En la vieja Europa la religión salió por la puerta en el siglo XVIII para volver a entrar por la ventana en el XX. ¿O qué otra cosa fue el comunismo más que una religión laica llamada a reinstaurar el Paraíso en la Tierra? Y otro tanto cabe decir de su legítimo heredero intelectual, el culto neopagano al libre mercado. Porque, más allá de las apariencias, marxistas revolucionarios y devotos del capitalismo utópico apenas discrepan en una mera cuestión de detalle. Nada extraño si se repara en que unos y otros no dejan de ser hijos de la Ilustración. Así, la feligresía de aquello que en tiempos se llamó “socialismo científico” creía con la fe del carbonero que de la igualdad económica generalizada emergería el hombre nuevo. Por su parte, los congregantes del mercado postulan que el reino de la plenitud arribará con la universalización  del capitalismo en su versión anglosajona.  Puro mesianismo milenarista disfrazado de aséptica racionalidad económica. He ahí el predicador Fukuyama anunciando a los gentiles nada menos que el final de la Historia.  Admitámoslo de una vez, el impulso religioso  forma parte indisociable de la condición humana. Y reprimirlo, lejos de llevarlo  a su extinción, únicamente provoca que vuelve a emerger bajo formas sublimadas, cuando no patológicas.  El clericalismo  laico, qué cruz.