…sobre el caso Camps.

Creo que, a grosso modo, la prensa que creía en el jurado popular como vía de condenación segura para Camps, ha pasado a creer que el jurado popular es la vía de la absolución segura… para cualquier político.

Tengo esa impresión, vaya. Pero recuerdo un reportaje, anterior a esto de Camps, que afirmaba, basándose en la estadística, que los jurados habían sido más proclives a encontrar culpables que a inocentes.

Si la fiscalía, en el caso de Camps, presentó razonamientos como el de la chocolatina (ver la intervención de la fiscal), es que no podía demostrar que el acusado no había pagado los trajes. Y eso, y no lo contrario, era lo que tenía que demostrarse.

A la vista de las portadas de los periódicos, ¿alguien duda de quién ha protagonizado la primera escapada? Cuidado, don Mariano, que su A.R.Gallardón se aleja del pelotón y ya sube en solitario sin fatiga y sin pájaras. “Gallardón revoluciona la Justicia”, mueve a todo trapo ahora el diario El Mundo. Yo espero que no, que no revolucione nada y menos la Justicia, que es algo muy serio y formal y conservador donde las revoluciones no deben tener entrada. Pero ya dando por incorregible  la manía revolucionaria de los tituladores, el término exacto para definir lo que va a hacerse en la Justicia, es “contrarrevolución”.  Revolución -y típica en sus desastrosos efectos- fue lo otro.

Huérfanos

y recuperación.