“Todo en ti fue naufragio”, rezaba el verso de Pablo Neruda. Hoy podría aplicársele a unos cuantos: a José Montilla, a su tripartito, a su jefe del PSOE. A las arcas públicas catalanas. Y a las españolas, sospecho, en cuanto llegue Rajoy y vea las cuentas. El paro no encuentra techo, se emite más deuda patriótica para pagar la anterior y Steve Jobs se muere. ¿Qué está pasando?
Acumulando ruina
Domingo
José Montilla, aquel hombre silente y pétreo que presidió la Generalitat –y a quien ustedes quizá hayan olvidado–, quiere que Artur Mas apueste “claramente” por la independencia. No se trata, como es natural, de un contagio separatista provocado por sus viejos socios, ni de caída alguna del paulino caballo español en la manifestación de las estelades que tuvo a bien alentar, avalar, encabezar y abandonar a escape. Se trata de perder a Artur Mas por donde él tira, zancadillearle por el pie que cojea, aprovechar tanto soberanismo, tanto voto por la independencia “a título personal” y tanta transición nacional para presentarlo… como lo que es. Otro crédito tendría Montilla si no se hubiera dejado manipular por Òmnium en sus días finales después de haber tragado cuatro años con todos y cada uno de los postulados nacionalistas.
Lunes
Como si estuviera siguiendo los torticeros consejos de Montilla, el conseller de Interior ha izado una estelada en su casa. Imprudente. ¿Se imaginan a un ministro del ramo exhibiendo en su jardín la rojigualda preconstitucional? Ahora cuenta Duran i Lleida que también Zapatero le ofreció un ministerio. Es un caso extraordinario. Al menos Aznar lo propuso alto y claro, dirigiéndose a CiU públicamente para recibir calabazas de un iracundo Pujol: “¿Quién se ha creído que somos?” Tenemos aquí un cortejo insistente de los dos grandes partidos españoles y un cortejado que lo está deseando, pero no hay manera. Tengo para mí que Duran contempla un cambio en su destino, que lo ve al alcance de la mano, que cree posible la inminente reedición de la oferta, aun con mayoría absoluta de los populares. Y que esta vez, dada la ruina catalana, no habrá calabazas convergentes. Corazonadas.
Martes
Le caen al eterno ministrable Duran chuzos de punta por unos comentarios sobre la inmigración. No ha gustado que califique el asunto de “problema” ni que se refiera a las dos grandes caídas que acarrea: la del nivel educativo y la del valor de las viviendas en ciertas zonas. Aunque resulta más que discutible señalar un solo factor para explicar el deterioro de esos dos parámetros, es obvio que los nacionalistas renuncian a mantener el pacto de silencio que al respecto selló el Partit Únic Catalanista. Está claro que las encuestas pintan bastos. A mí me gustaría conocer, concretamente, la opinión que le merecen las declaraciones de Duran a Joan Barril, coautor de la bella canción Salam Rashid, denunciando el racismo: “No ets innocent sigui qui sigui el jutge; ets el pecat, el camell, la fulana.” No, por nada.
Miércoles
No contento con convertir la sanidad catalana en un polvorín (y espérate), el conseller Boi Ruiz pide perdón en el Parlament al escapársele una frase en castellano. Como si se le hubiera escapado un pedo. Pobre hombre. Otros perdones tendrá que pedir en cuanto empieza la huelga que le preparan. Aquí se está dando por hecho que para cuadrar el presupuesto hay que poner a los funcionarios mirando a Cuenca. Como si no tuvieran a mano cuatrocientos entes prescindibles. Abundando en el tema, me cuenta un pajarito, entre el Tickets y el Tirsa, que la Generalitat está tiesa. Literalmente. Que no saben cómo pagarán las nóminas, que están rezando para que la gente cambie su deuda patriótica por más deuda patriótica y que los interinos de la administración autonómica (de todas, en realidad) se pueden ir preparando.
Jueves
La muerte prematura de Steve Jobs opera el milagro: un empresario, santo súbito. Millones de personas acuden a Youtube en pos del viejo discurso de Standford, admirable y conmovedor. Es evidente que la vida diaria es mejor, más ancha y más interesante gracias al empresario criado en Mountain View. Repito lo de empresario. Empresario. A ver si empezamos a reconocer que algunos de ellos merecen la consideración de creadores en no menor medida que los grandes artistas. Volviendo al asunto de la ruina pública, el conseller Mas-Colell da a entender que, además de los miembros del govern, los altos cargos, los médicos y demás personal sanitario, otros grupos de empleados públicos podrían quedarse sin la llamada paga de Navidad. Acumulando ruina sobre ruina, que diría Walter Benjamin.
Viernes
Y en torno a ello transita la tertulia de TV3. Explico que equivaldría a una reducción salarial, que la paga amenazada no tiene nada de extraordinario, y recuerdo lo de los entes públicos, que es tanto como mentar la soga en casa del ahorcado. Hay acuerdo en la mesa de Ariadna. Y de repente llega la noticia: el portavoz Homs desmiente a Mas-Colell: la paga no se tocará. De los médicos no se dice nada. Supongo que alguien ha decidido que, además de salvarnos la vida literalmente de vez en cuando, son ellos los que han de salvárnosla también metafóricamente. ¿No era esa una profesión vocacional y sacrificada? Pues toma Jeroma y sigue sacrificándote. Cerraremos con Duran: entre la conminación y el pánico, escribe hoy que un triunfo del PP en Cataluña sería vergonzoso. Si le hacen ministro, llevará mejor la vergüenza.
(Ni un día sin línea, El Mundo de Catalunya, sábado 8 de octubre de 2011)